lunes, 3 de junio de 2013

Actividad 6.- Reporte de lectura del texto Zabala, A. (2005). La función social de la enseñanza y la concepción sobre los procesos de aprendizaje. En La práctica educativa. Cómo enseñar (pp. 25-35). Barcelona: Graó.

La función social de la enseñanza y la concepción sobre procesos de aprendizaje. Instrumentos de análisis.
Función social de la enseñanza: ¿Qué finalidad debe tener el sistema educativo?
*El papel de los objetivos educativos.
Un modo de determinar los objetivos o finalidades de la educación consiste en hacerlo en relación con las capacidades que se pretenden desarrollar en los alumnos.
Educar, quiere decir formar ciudadanos y ciudadanas, los cuales no están parcelados en compartimentos estancos, en capacidades aisladas.
La capacidad de una persona para relacionarse depende de las experiencias que vie, y los centros educativos son uno de los lugares preferentes, a estas edades, para establecer vínculos y relaciones que condicionan y definen las propias concepciones personales sobre uno mismo y sobre los demás. El segundo paso es en aceptar o no el papel que podemos tener en este crecimiento y valorar si nuestra intervención es coherente con la idea que tenemos de la función de la escuela y, por consiguiente, de nuestra función social como enseñantes.
Hay que insistir en que todo cuanto hacemos en clase, por pequeño que sea, incide en mayor o grado en la formación de nuestros alumnos. La manera de organizar el aula, el tipo de incentivos, las expectativas que depositamos, los materiales que utilizamos, etc.
*Los contenidos de aprendizaje. Instrumento de explicitación de las intenciones educativas.
La determinación de las finalidades u objetivos de la educación, ya sean explícitos o no, es el punto de partida de cualquier análisis de la práctica. Los grandes propósitos establecidos en los objetivos educativos son impredecibles y también útiles para realizar el análisis global del proceso educativo a lo largo de todo un curso y, sin duda, durante todo un ciclo o etapa.
El término de “Contenidos” normalmente se ha utilizado para expresar  aquello que debe aprenderse, pero en referencia casi exclusivamente a los conocimientos de las materias.
El curriculom oculto, es decir, aquellos aprendizajes que se realizan en la escuela pero que nunca han aparecido de forma  explícita en las programaciones. De las diversas formas de clasificar esta diversidad de contenidos, Coll propone una que, como veremos, tiene una gran potencialidad explicativa de los fenómenos educativos. Este autor agrupo los contenidos según sean conceptuales, procedimentales o actitudinales. Esta clasificación corresponde respectivamente a las preguntas “¿Qué hay que saber?”, “¿Qué hay que saber hacer?” y “¿Cómo hay que ser?”, con el fin de alcanzar las capacidades propuestas en las finalidades educativas.
Los diferentes tipos de contenidos nos sirve para describir mejor las diferencias entre los diversos niveles de la enseñanza, también compañeros  es un medio que permite entender la propia posición y la de nuestros compañeros y compañeras en relación con la importancia que atribuimos a cada uno de los contenidos.

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